10 h | Primera Junta

Desde aquí salió el primer subterráneo de Buenos Aires.

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El barrio de Caballito debe su nombre a la pulpería que en 1821 instaló don Nicolás Vila en la esquina de las actuales Rivadavia y Emilio Mitre, y que era reconocida por su típica veleta en forma de caballito. El ferrocarril, que desde 1857 atravesó el barrio, trajo un gran progreso a la zona y, cuando tuvieron que ponerle un nombre a la estación que abrieron allí, le hicieron honor a la veleta de “Caballito”.
En 1893 se bautizó oficialmente al triángulo que se extiende entre las que ahora conocemos como Rosario, Av. del Barco Centenera, Av. Rivadavia y Cachimayo, como Plaza Primera Junta. Hasta principios del siglo XX, fue la única que tuvo el barrio. Aunque es un punto neurálgico del ir y venir de autos y colectivos, antiguamente era parada obligatoria de los carruajes y jinetes que viajaban hacia el oeste por el Camino Real (que en 1857, pasó a llamarse Avenida Rivadavia). El 31 de diciembre de 1910 se inauguró allí la estatua en memoria del brigadier Don Miguel de Azcuénaga, una obra en bronce y con 6.50 m de alto, hecha por el escultor francés Enrique Cordier. En su pedestal se destacan bajorrelieves de bronce, uno representando al pueblo agolpado a las puertas del Cabildo en ese histórico 25 de mayo, y el otro representando a Don Miguel de Azcuénaga recibiendo donativos para una expedición.

Esta plaza fue escenario de un hito para la Ciudad: allí, a mediados de 1914, se inauguró la estación terminal del primer subterráneo argentino (Línea A). ¡Imaginate lo que implicaba en aquel entonces ir bajo tierra en vagones de madera que llegaban hasta la Plaza de Mayo en pocos minutos! Todavía hoy a cualquier hora del día, vas a ver gente corriendo escalera abajo para tomar el subte. Eso sí, hace años que ya no es la estación cabecera, porque la línea A extendió el tendido y hoy llega hasta la Avenida San Pedrito. 

Si seguimos caminando por la plaza hacia el oeste, nos vamos a encontrar con un mástil en cuya parte superior se encuentra una réplica de la Veleta del Caballito, obra del escultor Luís Perlotti, con bajorrelieves de bronce que representan la locomotora La Porteña y la célebre Pulpería del Caballito. Además, una placa sobre un monolito recuerda que el famoso actor de radioteatro Oscar Casco fue vecino del barrio.

Aquí hay otra feria de libros usados, muy concurrida por quienes buscan títulos que ya no están en las librerías o quieren hacer un canje. 

Frente a la plaza está el Mercado del Progreso, inaugurado en noviembre de 1889 y declarado "Sitio de Interés Cultural". Como todos los mercados de Buenos Aires, es un lugar que tenés que recorrer, Te vas a maravillar con los colores, olores, variedad y calidad de la mercadería. Son 17 negocios ubicados hacia el exterior y 174 puestos interiores de rubros tan distintos como verdulerías y carnicerías hasta bares y una veterinaria.

Si seguís por la calle Rosario, una cuadra hacia el oeste, vas a llegar hasta el colegio Dámaso Centeno. ¿Qué tiene de interesante estar parado en la vereda de una escuela? ¡Es que ese fue el Secundario al que iban Charly García y Nito Mestre y donde nació la emblemática banda de Rock Sui Generis!


 

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RIVADAVIA AV. 5400